top of page

Carnero

carnero.jpg

Mientras iba de camino, junto a la ciudad de Siena, encontró pastando un gran rebaño de ovejas. Las saludó afectuosa- mente como de costumbre, y todas, dejando el pasto, corrieron hacia Francisco, y alzando sus cabezas, quedaron con los ojos fijos en él. Lo rodearon con tal ruidoso agasajo, que estaban admirados tanto los pastores como los hermanos al ver brincando de regocijo en torno al Santo no sólo los corderillos, sino hasta los mismos carneros.

Lm 7

bottom of page