top of page

Caballo

caballo_1.jpg

Aconsejo, amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo a mis her- manos que, cuando van por el mundo, no litiguen ni con- tiendan de palabra (cf. 2Tim 2,14) ni juzguen a otros; sino sean apacibles, pacíficos y mesurados, mansos y humildes, hablando a todos decorosamente, como conviene. Y no deben cabalgar sino apremiados por una manifiesta necesidad o enfermedad. En toda casa en que entren diga primero: Paz a esta casa (cf. Lc 10,5). Y les está permitido, según el santo Evangelio, comer de todos los manjares que se les sirven (cf. Lc 10,8).

2R III

bottom of page